Eran mediados de los 90’s, exactamente finales del año 95, Dragon Ball, Super Campeones, Candy, Sailor Moon, entre otros, eran los animes o dibujos más reconocidos por los jóvenes y niños, aunque muchos ignoraban que fueran de origen japonés, solo pensaban en lo curioso que eran sus diseños y los efectos impresionantes, así como algunos contenidos violentos o eróticos, causando que los mas conservadores busquen las cinco patas al gato para decir que eran satánicos.
En medio de todo eso, en Japón se estrenaba el anime que marcaría una nueva era y el apogeo de lo que seria un boom en varias partes del mundo, Shin Seiki Evangelion o Neon Genesis Evangelion (del estudio Gainax, bajo la batuta de Hideaki Anno), con una temática bastante controversial, un contenido filosófico único, una serie que no era una más del montón, y que se ha vuelto un nuevo clásico de culto entre los fanáticos del anime, es más personalmente quien escribe se declaro otaku después de ver y averiguar muchas cosas sobre esta serie, así como muchos otros colegas de mi generación o coetáneos.
Evangelion causó gran revuelo entre los seguidores de anime a nivel mundial, quienes comentaba los capítulos con emoción. Algunos compartían parte de la trama, era muy complicado para solo entenderlo con palabras, Dios quería destruir al hombre, la humanidad depende de adolescentes, hubo un segundo impacto contra la tierra casi tan devastador como el que causó la extinción de los dinosaurios y otros seres vivos, dudas existenciales, tal vez temas demasiado diferentes y que juntos son demasiado complejos.
Locomotion anunciaba con un comercial bastante impactante “Mientras Dios se quede en los cielos, estaremos a salvo”. Fue el 1ero de noviembre del 99, el día en el que muchos fanáticos de la animación dejaríamos de ver al anime como algo simple, como un simple fenómeno comercial.
Ya han pasado mas de 10 años desde lo que fue el furor causado por Evangelion, seguro algunos inseguros de sus propias religiones empezaron a dudar en muchas cosas, y para muchos otros se volvió más claro que el anime puede abarcar temas controvertidos y que no hay limites cuando se trata de plantear un buen guión y acompañarlo de excelente animación.