A veces vanagloriado y otras veces satanizado, el Heavy Metal, es un género polémico hasta la médula, y es que muchos de nosotros pensamos que este tipo de música está relacionado a gente inadaptada, chicos problema, cabelleras largas, una notable aversión al jabón; drogas, excesos y hasta ritos satánicos. Pero serán verdad tantas especulaciones o sólo son puros mitos alrededor de un simple género musical más. Que no sería tan famoso ni tan señalado sino fuera por la indumentaria que algunos de sus seguidores adoptan.
Pero mejor hablemos de lo que causa esta influencia, es decir de los digamos “culpables” de esta situación, ósea de las bandas “metaleras”, empezando por mencionar una de las más representativas: Iron Maiden, cuyo nombre no es referente a Margaret Tatcher sino a un elemento de castigo llamado la “Doncella de Hierro”, esta banda creció y se gano un lugar sin la ayuda de cadenas televisivas ni radios ya que por su estridencia era lógico que no eran material de radiodifusión. Clásicos como “The Number of the Beast” o “Hallowed be thy Name” han sonado en festivales tales como “Rock in Rio” y en conciertos alrededor del globo terráqueo. Sin duda alguna Iron Maiden es una banda que ha trascendido y ha sabido influenciar a muchos otros grupos.
Entre las canciones más conocidas de Iron Maiden encontramos a Run To The Hills, The Number of the Beast, The Trooper, Fear of the Dark, 2 Minutes to Midnight, Aces High, Hallowed Be Thy Name, Wasted Years, Can I Play With Madness, The Evil That Men Do, The Wicker Man, Wrathchild, Brave New World y Children of the Damned