El grito también conocido como Skrik o Scream, es el título de cuatro cuadros del pintor noruego Edvard Munch. La versión más famosa se encuentra en la Galería Nacional de Noruega, y es considerada como una de las obras más importantes de la historia del arte contemporánea debido a su fuerza expresiva.
Características
El cuadro de estilo expresionista fue pintado con técnica óleo, temple y pastel sobre cartón.
El cuadro muestra un a una figura andrógina en primer plano gritando, con un gesto realmente expresivo de desesperación. La pintura muestra el gran desaliento, profunda angustia y desesperación existencial que el hombre moderno sentía ante el fin de siglo.
El cuadro es abundante en colores cálidos de fondo, luz semioscura y la figura principal es una persona en un sendero con vallas que se pierde de vista fuera de la escena.
El paisaje del fondo es Oslo visto desde la colina de Ekeberg.
En el fondo, casi fuera de escena, se aprecian dos figuras con sombrero que no se pueden distinguir con claridad. El cielo parece fluido y arremolinado, igual que el resto del fondo.
Historia
El cuadro fue pintado en 1893.
Munch se inspiró en su propia vida atormentada y trágica: el artista tuvo un padre severo y rígido; siendo niño vio morir a su madre y a una hermana de tuberculosis; y tiempo después a Laura, su hermana favorita, le diagnosticaron un trastorno bipolar y fue internada en un psiquiátrico. Él además estuvo involucrado en épocas de depresión y alcohol.
Para plasmar la imagen del personaje principal se inspiró en una momia peruana, tras una exposición en un museo de París.
Crítica, Controversias y Curiosidades
La obra tuvo un enorme éxito de crítica. La obra fue catalogada por muchos como arte demente.
El régimen nazi clasificó a Munch de artista degenerado.
El grito fue considerado también como un cuadro tan perturbador que se le aconsejó a las mujeres embarazadas no verlo.
El cuadro ha sido robado en dos ocasiones: en 1994 y en el 2004.