A William Shakespeare se considera como uno de aquellos escritores de carácter universal que cambió en parte la forma de ver la literatura y el teatro, siendo por ello considerado también como el más grande dentro de la lengua inglesa, además de también llegar a ser considerado como el dramaturgo por excelencia. Shakespeare pertenece históricamente al período isabelino, el siglo XVI, siendo desde esos tiempos vigentes cada uno de los tópicos que ha llegado a utilizar en sus obras, considerándose como muy propios del ser humano.
Su obra se puede dividir tanto en dramas y comedias, resaltando varios títulos en cada caso. Por poner ejemplos de dramas veamos el clásico Romeo y Julieta, Hamlet, Macbeth o Tito Andrónico; para el caso de las comedias se tiene a La Tempestad, El Mercader de Venecia, Sueño de una Noche de Verano, La Fierecilla Domada, entre otros casos.
Pese a la popularidad de estas obras no se puede dejar de lado la poesía escrita por Shakespeare, quizás su lado artístico más opacado debido a la trascendencia de su obra literaria, siendo mencionado por algunos de sus historiadores como su actividad favorita.
La fama de Shakespeare le ha permitido ser adaptado más de una vez en el teatro y medios audiovisuales como el cine, donde inclusive el clásico de Disney, El Rey León le debe mucho a Hamlet por poner un ejemplo muy popular y donde a veces se ignora este factor.