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Ricitos de Oro y Los Tres Osos: Resumen Corto, Autor e Imágenes del Cuento [Actualizado]

Ricitos de Oro y los tres osos o simplemente conocido como Ricitos de Oro es un cuento de hadas infantil clásico.

Ricitos de Oro

Autor

Es considerado como una historia folclórica anónima escocesa que se hizo famosa cuando Robert Southey publicó su primera edición en 1837.

Resumen

La historia narra el encuentro entre tres osos antropomórficos y una niña llamada Ricitos de Oro por su cabellera rubia.

Los Tres Ositos y Ricitos de Oro

Una familia de osos compuesta por un papá, una mamá y de su hijo pequeño vive en una hermosa y pequeña casa en un bosque.

Una mañana, Mamá Osa sirvió la más deliciosa avena para el desayuno, pero como estaba demasiado caliente para comer, los tres osos decidieron ir de paseo por el bosque mientras se enfriaba.

Al cabo de unos minutos, una niña llamada Ricitos de Oro llegó, al ver tan linda casita, se acercó y se asomó a la ventana. Al no ver a nadie, entró en la casa sin permiso. La niña encuentra la casa vacía, muy ordenada y coqueta y llena de curiosidad, entra y explora la casa, sin pensar en las consecuencias.

En la cocina había una mesa con tres tazas de avena: una grande, una mediana y una pequeña. Ricitos de Oro tenía un gran apetito y la avena se veía deliciosa. Primero, probó la avena de la taza grande, pero la avena estaba muy fría y no le gustó. Luego, probó la avena de la taza mediana, pero la avena estaba muy caliente y tampoco le gustó. Por último, probó la avena de la taza pequeña y esta vez la avena no estaba ni fría ni caliente, ¡estaba perfecta! La avena estaba tan deliciosa que se la comió toda sin dejar ni un poquito.

Después de comer el desayuno de los osos, Ricitos de Oro fue a la sala. En la sala había tres sillas: una grande, una mediana y una pequeña. Primero, se sentó en la silla grande, pero la silla era muy alta y no le gustó. Luego, se sentó en la silla mediana, pero la silla era muy ancha y tampoco le gustó. Fue entonces que encontró la silla pequeña y se sentó en ella porque le parecía muy cómoda, pero la sillita era frágil, no estaba acostumbrada a llevar tanto peso y fue cediendo hasta que se rompió.

Buscando un lugar para descansar, Ricitos de Oro subió las escaleras, al final del pasillo había un cuarto con tres camas: una grande, una mediana y una pequeña. Primero, se subió a la cama grande, pero estaba demasiado dura y no le gustó. Después, se subió a la cama mediana, pero estaba demasiado blanda y tampoco le gustó. Entonces, se acostó en la cama pequeña, la cama no estaba ni demasiado dura ni demasiado blanda. De hecho, ¡se sentía perfecta! Ricitos de Oro se quedó profundamente dormida al instante.

Al poco tiempo, los tres osos regresaron del paseo por el bosque y quedan muy sorprendidos y enojados al ver que alguien ha entrado a su casa sin permiso, se ha sentado en sus sillas, ha bebido de sus platos de avena, y se ha acostado en sus camas.

Ricitos de Oro

El oso pequeño encuentra a ricitos de Oro durmiendo en su cama y llora desconsoladamente. El llanto de Osito despertó a Ricitos de Oro, que muy asustada y sobresaltada al verlos, saltó de la cama y salió corriendo de la casa sin mirar atrás para jamás regresar a la casa de los osos.

Análisis y Moraleja

Ricitos de oro es un cuento inusual en el sentido de que no tiene final feliz ni un mensaje muy explícito.

En el cuento se presentan varias lecciones como no entrar en casas de desconocidos, menos aún sin autorización. También nos ilustra sobre el respeto de las cosas ajenas, la intimidad y los límites de la curiosidad. La primera conclusión es que siempre hay que pedir permiso primero.

Asimismo podemos mencionar la enseñanza sobre los peligros de vagar y explorar en un territorio desconocido.

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