Hace poco el mundo de las letras perdió a uno de los más grandes exponentes de la literatura universal, nos referimos al entrañable Gabriel García Márquez quien al partir dejó un legado de cultura, obras y un buen testimonio de vida.
EL buen “Gabo” como así se le conocía nació en Aracataca, Colombia, el 6 de marzo de 1927. Su infancia la vivió junto a sus abuelos por parte de madre y sus tías. Sus padres fueron Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez quienes decidieron ir a vivir a Sucre dejando al pequeño Gabo al cuidado de sus abuelos. Ellos marcaron mucho en la vida del niño.
Gabriel García Márquez estudió en el colegio Montessori de Aracataca. A la edad de cinco años aprendió a escribir junto a su bella profesora Rosa Elena Fergusson. Fue la primera mujer que despertó un sentimiento de amor en él. Estudió allí hasta 1936, año en que debido a la muerte de su abuelo tuvo que ir a vivir con su padre a puerto de Sucre. Ya en esa ciudad estudió en el colegio San José de Barranquilla y en él comenzaba a brotar ese gusto por el arte, pues a los 10 años ya elaboraba versos humorísticos. En 1940 ingresa becado al internado del Liceo Nacional de Zipaquirá donde conoció la tristeza y la melancolía en un clima muy frío donde tenía pánico sacar las manos fuera de las mangas.
La figura de García Márquez estuvo muy pegada a dos de sus grandes pasiones El periodismo y La literatura. A inicios de los años 50 ya tenía muy avanzada su primera novela titulada “La Casa” y en febrero de 1954 se unió a la redacción del periódico El espectador como primer columnista de cine en el periodismo colombiano. Desempeño brillantemente la labor de cronista y reportero.
En 1967 después de 17 años es publicada “Cien Años de Soledad” su obra cumbre que se convirtió en un betseller mundial y que influyo mucho para que la madrugada del 21 de octubre de 1982 reciba la noticia de que la Academia Sueca le otorgaba el esperado premio Nobel de Literatura. En aquel contexto estaba exiliado en México por ser vinculado por el ejército colombiano con el movimiento M-19, luego vendrían otros títulos como “Memorias de mis putas tristes” en el 2004. Fue homenajeado en el 2007 por motivo de su 80 aniversario de nacimiento y el 40 aniversario de Cien años de soledad. Lamentablemente fallece el 17 de abril del 2014 en la Ciudad de México después de una recaída producto de un cáncer linfático del cual había sido tratado desde 1999. A pesar de ello sus escritos quedarán por siempre y vivirán en los corazones de cada lector ¡Descansa en paz Gabo!