En sí la obra le sirve a Wilde para poder tomar con sorna las diferencias existentes entre los ciudadanos ingleses y norteamericanos, viéndose ello en la historia de un fantasma que se siente frustrado al no poder asustar a una familia de origen estadounidense que se muda al castillo europeo en que habita, todo debido a la incredulidad de los nuevos habitantes en temas paranormales. Esto mismo terminará haciendo que el fantasma termine buscando la ayuda de Virginia, la hija de la familia, para que le ayude a tener paz en su muerte. A lo largo de la breve historia aparte de la historia del fantasma y la familia que ocupa su hogar también se puede ver en un plano secundario la historia detrás de este personaje.